Bélgica: Gante
Si estás planeando una escapada a Bélgica, no puedes dejar fuera de tu itinerario la ciudad de Gante. Esta joya flamenca combina historia, arte, canales y una animada vida local. Gante es una ciudad que sorprende y enamora. Su mezcla de historia, arte y vida moderna la convierte en una parada obligatoria para cualquier viajero en Bélgica.
Un paseo por el centro histórico
Gante es una ciudad para recorrer a pie. Su casco antiguo está repleto de calles adoquinadas, fachadas medievales y rincones con mucho encanto. El corazón de la ciudad es la Korenmarkt, la plaza del mercado del grano, donde siempre hay ambiente y puedes sentarte en una terraza a observar la vida local. Desde aquí, solo tienes que caminar unos pasos para encontrarte con tres de las torres más icónicas de la ciudad: la Iglesia de San Nicolás, el Campanario Belfort y la Catedral de San Bavón.
Los imprescindibles de Gante
- Puente de San Miguel: Cruza este puente al atardecer y tendrás una de las mejores vistas de Gante, con las torres medievales recortándose sobre el cielo y los canales reflejando la luz dorada. Es el lugar perfecto para una foto de postal.
- Muelles Graslei y Korenlei: Estos antiguos muelles a orillas del río Lys son el alma de la ciudad. Pasea por sus orillas, siéntate a tomar unas patatas fritas belgas y disfruta del ambiente, especialmente cuando cae la tarde y los edificios se iluminan.
- Iglesia de San Nicolás: De estilo gótico, es uno de los templos más bonitos y antiguos de Gante. La entrada es gratuita y, si tienes suerte, podrás escuchar el órgano en directo.
- Campanario Belfort: Sube los 91 metros de esta torre declarada Patrimonio de la Humanidad para disfrutar de unas vistas panorámicas espectaculares de la ciudad. El esfuerzo merece la pena.
- Catedral de San Bavón: Aquí se encuentra el famoso retablo de la Adoración del Cordero Místico de los hermanos Van Eyck, una de las obras maestras del arte europeo. No te pierdas tampoco las vidrieras y el púlpito barroco.





























